¿Alguna vez te has preguntando qué tan fácil o difícil sería trabajar en otro país? Talvez hayas pensado en las mejores condiciones económicas que las de tu país, o quieras tener una mayor proyección internacional al igual que aprender nuevas culturas de trabajo. Sea cual sea tu motivo, trabajar en el extranjero puede ser una excelente manera de abrir tu mente y acelerar el crecimiento de tu carrera. Sin embargo, este importante paso profesional no será un viaje fácil. Es crucial que medites bien tu decisión y que te prepares antes de dar el salto creando una red local mediante el networking, conociendo la cultura del país y encontrando la organización adecuada a tus necesidades.
La dificultad que se presenta al saber por dónde empezar y cómo proceder es suficiente para frenar inclusive a las personas más aventureras. Es muy distinto encontrar trabajo y trasladarte de un lugar a otro a los viajes a los que estás acostumbrado a tomar en vacaciones. Esto no es algo negativo, al contrario, vivir en el extranjero es una experiencia apasionante y seguramente favorecerá tu crecimiento personal y profesional
Para que tu viaje a trabajar en el extranjero no sea tan complicado como puede ser, te dejamos aquí una lista de pasos a tomar para lograrlo.
Haz balance de tu situación.
Lo primero es escoger el país a donde te gustaría ir a trabajar. Puede que sea una decisión fácil: quizá tengas familia en otro país, una red de contactos ya establecida en algún lugar o una empresa internacional en la que estás deseando trabajar. Pero, si aún no sabes a dónde aplicar para trabajar, empieza por hacer una lista de todos los países en donde te gustaría vivir, o trabajar, y de ahí crea una lista de empresas con oficinas en el extranjero que se ajusten a lo que buscas. Esto seguramente reducirá tus opciones.
Si eres freelancer y no sabes cómo pasar de un país a otro, una gran solución podría ser el estudiar una maestría o algún diplomado en ese país para poder conseguir el permiso. Una vez estando allá, puedes expanderte a buscar trabajo, o bien, seguir haciéndolo pero de forma remota.
Una vez que tengas en mente un país concreto y una idea de lo que te gustaría hacer, puede ser útil realizar un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de tu posible traslado. Este ejercicio te ayudará a situarte en perspectiva y a planificar en consecuencia. He aquí un ejemplo de análisis FODA:
F: Evalúa los puntos a tu favor
Tengo la educación y la experiencia que necesito para conseguir un trabajo en este nuevo país.
Me adapto fácilmente a los cambios.
Tengo ahorros suficientes para afrontar esta mudanza.
O: ¿Cuáles son tus puntos débiles?
Tengo miedo de dejar atrás a mi familia y mis amigos.
No conozco el idioma de este nuevo país.
No sé cómo conseguir una visa de trabajo.
D: ¿Qué oportunidades ves en esta situación?
Conozco a algunas personas en este nuevo país, lo que podría ayudarme a empezar mi red de contactos allí.
Podría conocer nuevos estilos de trabajo y convertirme en un mejor freelancer global.
Si trabajo en este país durante unos años, puedo conseguir la residencia y abrirme más oportunidades.
A: ¿Cuáles son las amenazas que debes tener en cuenta?
Este nuevo país tiene un mercado laboral algo inestable, por lo que puede ser difícil conseguir y mantener un trabajo.
El costo de vida es elevado.
Puedo perder reconocimiento y clientes en mi país.
Construye una red en el nuevo país antes de mudarse.
El segundo paso en el proceso de conseguir un trabajo en el extranjero es comenzar a crear tu red de contactos en ese país. La mala noticia es que encontrar trabajo en otro país puede ser muy difícil sin contactos, pero la buena noticia es que nunca había sido tan fácil establecer contactos en el extranjero como lo es ahora. Algo que puedes hacer es que, si empiezas desde cero, intenta buscar en Google grupos u organizaciones de contactos relacionados con tu país de origen o asociaciones profesionales de tu campo.
Puedes buscar frases como "grupos de mujeres del sur de Asia en Sydney" o "grupo de networking de ingenieras americanas en Londres". O busca en LinkedIn antiguos compañeros de clase o ex alumnos de la universidad a la que asististe que ahora trabajen en el país que te interesa. También puede ser útil contactar directamente con personas que trabajan en un sector similar o en una empresa específica en la que te gustaría que te contrataran.
Una vez que hayas hecho contacto y las personas estén dispuestas a platicar contigo sobre sus experiencias, estas son algunas preguntas que puedes hacer:
- ¿Cómo encontraste un trabajo en nuestro campo en el país?
- ¿Cuáles son las cualificaciones necesarias para trabajar en tu sector?
- ¿Cuáles son los sitios de contratación más conocidos?
- ¿Cómo es el ambiente de trabajo? ¿Es normal trabajar desde casa?
- ¿Cómo fue tu experiencia a la hora de conseguir una visa? ¿Tienes algún consejo o recurso que puedas compartir?
- ¿Cuál es el costo promedio de vida?
- ¿Cuál es un salario razonable en tu sector? ¿Dónde puedo obtener más información al respecto?
Al final de cada entrevista, haz cambios en tu análisis FODA. Mantenerlo actualizado te ayudará a centrarte en tus objetivos y a perfeccionar tu plan de juego.
Investiga los requisitos específicos de las visas.
Cada país tiene sus propias normas sobre visados de trabajo. En algunos países es más fácil obtener un visado de trabajo que en otros. Lo mismo ocurre con las distintas profesiones e industrias. En una situación de un empleo tradicional, el empleador tiene que obtener la visa de trabajo para el empleado; sin embargo, en el caso del freelance es diferente. Por ejemplo en este caso puedes evitar la necesidad de un visado de trabajo si tienes fondos para abrir tu propio negocio o puedes obtener directamente la residencia permanente.
Es importante tener esto en cuenta al considerar tus opciones. Si estás decidido a trasladarte a un país concreto, puede que tengas que ajustar tus expectativas en cuanto a sector o función para que te resulte más fácil conseguir una visa. O, si te apasiona un trabajo o una trayectoria profesional concretos, puede que tengas que fijarte en lo fácil que es conseguir un visado en distintos países para esa carrera.
Busca la mejor visa que aplique para tu situación, la más sencilla de hacer, la que te ayude a hacer la red correcta de personas, etc. Y aplica a ella. Muchos países como Alemania y Francia tienen una visa de trabajo remoto, lo que te permite trabajar en tu carrera freelance en otro país.
Aprende el idioma y la cultura.
Uno de los mayores obstáculos a los que te enfrentarás si quieres mudarte a otro país es la posibilidad de tener que aprender un nuevo idioma. Esto puede influir en tu decisión sobre el país al que te interesa trasladarte; por ejemplo, puedes optar por irte a un país en el que ya se hable un idioma que conozcas.
En muchas ocasiones, si quieres trabajar con clientes en otro país podrás hacer uso del idioma en común, que por lo general es el inglés, pero habrá otros que te exijan hablar su idioma. Considera tomar cursos del idioma estando allá para, primero que nada aprender el idioma, pero también para conocer otros extranjeros en ese país que estén pasando por lo mismo. Esto sirve para que, si en algún momento necesitas aplicar a un trabajo, ya puedas tener tu examen de idiomas aprobado para que te contraten.
Pero más allá del idioma, hay que aprender de la cultura. Un gran error que comenten muchas personas es pensar que irán a otro país y seguirán viviendo con el mismo estilo de vida que en su país natal. Es muy importante conocer la cultura del país en el que te encuentras. Ten en cuenta que el hecho de que dos países compartan el mismo idioma o se encuentren en una parte del mundo similar no significa que compartan las mismas prácticas laborales. Diferentes organizaciones e industrias pueden tener culturas empresariales y estilos de trabajo muy distintos, incluso dentro de la misma ciudad o país. Por eso es importante hacer preguntas sobre las normas culturales durante la búsqueda de empleo y las entrevistas informativas. Esto te ayudará a evaluar si puedes adaptarte a una nueva cultura laboral y a determinar qué estás dispuesto a aceptar.
Reconoce cuándo necesitas adaptarte.
Trabajar en el extranjero es increíble, pero a la vez es muy complicado. Por mucho que hayas investigado sobre el país, visas, trabajos, etc. nada está garantizado. Puede que tardes más de lo previsto en dar el paso. Incluso cuando solicitas trabajo en tu país de origen, puedes tardar meses en conseguirlo; hacer lo mismo en un país nuevo podría llevarte bastante más tiempo. Pero aunque sea difícil, vale la pena. Si esto es algo que realmente deseas, es algo que puedes conseguir. Y si al principio no tienes éxito, reestablécete y evalúa tus opciones.
Por ejemplo, si consigues entrevistas pero no avanzas, pregúntate: ¿Qué puedo hacer para mejorar? ¿Es mi confianza o la barrera del idioma? También puedes pedir opiniones al entrevistador. Puede que tardes algo de tiempo en conseguir un trabajo en un país nuevo, pero esto también te da más tiempo para entablar relaciones e investigar las tendencias y los sectores prósperos del país al que te gustaría trasladarte.
Si al final del día de verdad no funciona, puedes volver a empezar a considerar otro país, volver a hacer tu análisis FODA e intentar de nuevo. Hay muchos caminos que puedes tomar, solo hay que experimentarlos.
Siempre ten en mente que conseguir trabajo en otro país es emocionante, pero no siempre es fácil. Es una decisión importante y no debes precipitarte. Es importante que pienses en cada paso, que te controles constantemente y que tengas siempre presente tu objetivo final.
